Tal vez para los que lean este comentario les resulta un tema
trillado hablar lo referente a las medidas higiénicas en el verano, pero
es necesario.
El
calor, la lluvia, los insectos típicos de esta época y por supuesto,
los desechos sólidos engrosan la lista de lo que puede provocar
disímiles enfermedades. Por
ello no debemos confiarnos ante la aparición de cualquier trastorno
por inofensivo que nos parezca, pues puede convertirse en un peligro
inminente para la vida, sobre todo de niños, pequeños y ancianos.
De
acuerdo con estadísticas internacionales, cada minuto se producen unas
10 muertes como resultado de las diarreas en menores de cinco años,
sobre todo en países subdesarrollados, por lo que constituye uno de los
problemas más serios que deben enfrentar los servicios de salud pública.
En
San Antonio de los Baños, por estos días de intenso calor, se presentan
en los centros de salud personas aquejadas de conjuntivitis, catarro,
fiebre, diarrea aguda; razón más que suficiente para mantener una
estricta vigilancia y control con vistas a prevenir, diagnosticar y
dar tratamiento a los enfermos.
Pero
estas acciones no son suficientes. Cada persona es responsable de
intensificar en su hogar las medidas de higiene para cuidar de su salud y
la de su familia, evitando así que aparezcan enfermedades. Es muy
importante extremar las precauciones e intensificar las medidas
preventivas como hervir el agua de consumo, filtrarla bien y aplicar el
hipoclorito.
También
es vital observar la calidad, procedencia y elaboración de los
alimentos, y por supuesto, la higiene y limpieza con que se manipulan y
conservan, pues son un factor que contribuye a la aparición de
diarreas. Aquellos que manifiesten síntomas del virus de conjuntivitis
no deben salir de sus casas.
Debemos
ganar cultura y responsabilidad con respecto a la higiene personal.
Tenemos que convertir estas prácticas en hábitos que nos ayuden a estar
saludables y eviten la aparición de enfermedades, así ganamos más.
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