Pensar como país

 Desde de la familia que actúa y cumple sus deberes formativos hacia sus hijos, del maestro que educa y forma, que exige y prepara a sus educandos para la vida, se piensa como país.

A partir de la acción, la persona se crece desde cualquier ámbito, en bien como ser humano y la sociedad, para ello, debe estar el concurso de cada, en su deber de trabajar y estudiar.

Pero hay acciones hoy de atentan contra ese pensamiento: aquellos que hacen de las necesidades del pueblo un medio para subir precios, o cobrar por funciones que son parte de su trabajo ya remunerado por el Estado. O los que te demoran un trámite, en espera de que, junto con las «gracias», les pongas algún cuc en sus manos, esos afectan contra ese pensamiento.

Piensa y actúa como país el que, desde cualquiera que sea su puesto de trabajo o estudio, cumple su tarea, se preocupa y ocupa de que su centro cumpla, y de que el colectivo del que forma parte también lo haga, de la manera que debe ser. Enseñar a los hijos la formación de valores, proteger como ciudadano cada uno de los recursos sean materiales, naturales.

La burocracia que se vive en plena pandemia, es un obstáculo para el desarrollo al que se aspira. Vemos diariamente como algunos se desentiende al llamado de” pensar como país” y hacen oídos sordos, se creen intocables y sus aptitudes echan por tierra los que bien podría ser en bien común.

El maltrato a las personas, la desinformación, el no saber explicar de manera oportuna, tomar decisiones sin pensar en la mayoría…todo ello es todo lo contrario al llamado de este pensamiento.

Claro que generalizar sería totalmente injusto cuando muchos trabajan por lo mejor para todos y sí lo llevan maestro, policías, médicos, dependientes, trabajadores por cuenta propio que respetan y se respetan así mismos, valga la redundancia.

Es tiempo de que en cada acción, cada día y todos los días, lo demostremos con hechos. Hay que pensar… y actuar como país. Pero no sólo para nosotros, también para los que siguen nuestros pasos, los que en un futuro, defenderán este país.

Conducta

Casi todas la película cubanas las he visto, unas me llegan más que otras como sucede con los libros, seriales y novelas, pero esta que acabo de ver, me tocó las fibras hasta lo más profundo.

Graciela

Fanos finas que entrelazan hilo a hilo, de ellas surgen las más bellas piezas tejidas, nacidas de la entrega y el amor de Graciela Pérez, ariguanabense, artesana nominada al Premio de la Maestría Artesanal en el 2006 y  maestra de profesión.

Hoy cumple años esta eterna joven, dulce, feliz que resultó nominada también al Premio Nacional de Cultura Comunitaria, por la labor que rescata en los talleres de creación de tejido crochet, en el Ariguanabo.

La Unidad en la familia

En la sociedad actual observamos una disgregación de las familias, padres que se separan y luego pelean por la custodia de los hijos, hijos que huyen de sus casas y hasta llegan a odiar a sus padres, abuelos que se consumen en los hogares de ancianos, teniendo hijos y nietos que podrían ocuparse de ellos y ni siquiera los visitan de vez en cuando. ¿Por qué sucede esto?

Mi espada y nación

Fidel definió la cultura como "escudo y espada de la nación": escudo, por su papel decisivo en la defensa de nuestra identidad frente a la corrosiva avalancha de la globalización hegemónica; espada, por su extraordinaria capacidad de influencia universal.

María Teresa Vera: difusora de la canción trovadoresca cubana

María Teresa Vera es voz imprescindible en la historia de la canción trovadoresca cubana. Fue una de las pocas mujeres cantadoras de su momento. Nació el 6 de febrero de 1895 en el municipio de Guanajay.