COMANDANTE

Comandante, permítame una pregunta

¿Cómo se las arreglaba usted para conocer tanto?

Que capacidad Comandante para entender de economía, deporte, cultura, religión, salud, educación, agricultura, transporte y el tiempo no me dará para seguir mencionando.

Comandante, todos los trabajadores de estos sectores y los que no mencioné, tendrán en sus recuerdos la inauguración de alguna entidad del sector, o tal vez un congreso, una visita, un recorrido.

Mire que busco en mis recuerdos, me vienen a la mente  muchos momentos, por ejemplo cuando usted participó en uno de los aniversarios de la escuela pedagógica Salvador Allende un 5 de diciembre de hace muchos años.

Esa noche corrimos tanto para verlo y usted habló del futuro, de la educación, de la superación. Esa noche lo vi de lejos, la multitud estudiantil  no dejaba llegar más allá, pero lo sentí a mi lado, palabra, por palabra.

Esa noche Comandante regresamos con una alegría infinita y un orgullo tan grande. Allí estuvo usted todo gallardo, bello, alto, fino.

Y ahora Comandante, me pregunto cuántos tendrán un recuerdo así, como el mío. Miles de cubanos, de diferentes oficios, de profesión, millones de delegados de varios congresos, tendrán un recuerdo suyo.

Su modestia ¿le aprobará saber que usted sí es de los imprescindibles? A mi criterio usted lo es Comandante.

Estará cerca de nosotros, en cada niño, joven o adulto, en las escuelas y hospitales, en el campo, en el deporte. Usted estará junto a nosotros, no mejor dicho, usted estará con NOSOTROS.

Hasta la victoria siempre: Comandante.