Tomada de el artemiseño
Nueva casa para el bailador
La futura Casa de la Música de Artemisa constará de un salón
principal con escenario, sala VIP y dos bares. Ya exhibe más del 90 por
ciento de la carpintería de cedro en puertas y ventanas, importada desde
México para conservar su forma y los auténticos vitrales del diseño
original.
Cuando quedó inaugurado
el álbum kafé de la Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales
(EGREM), en la marquesina del cine teatro Juárez, emergió una esperanza
cierta para la promoción de la obra y el quehacer de los artistas
cubanos más reconocidos de la actualidad, además de que constituye en sí
un espacio moderno y confortable típico de la vida citadina.
Antes, ya se había visto a ese equipo de trabajo proponiendo sus servicios en las calles de la capital provincial. Más tarde, participaron en el jolgorio para Polo Montañez, siempre alojados en una sencilla carpa roja, que no pasa desapercibida.
La manida frase “llegó para quedarse” es la que de manera más precisa describe el actuar de esa empresa y sus representantes, al menos en la capital artemiseña.
Ahora, fruto del interés del Partido y el Gobierno por mejorar la vida cultural nocturna de nuestra ciudad, han asumido la creación de la Casa de la Música de Artemisa, una institución que aún sin terminar ya se anuncia en las señalizaciones de tránsito.
Lo que fuera el antiguo Casino Español, un edificio inaugurado en 1925 como salón de baile —con la acústica natural y la reverberación del sonido que se necesitaba cuando no existían grandes bafles—, entró en la planificación económica de la Administración como una obra en mantenimiento para el año 2015.
Meses después, se selecciona ese inmueble patrimonial para cumplir con el deseo conjunto de la EGREM y las autoridades provinciales; la reformación del local pasa a ser un proyecto incluido entre las inversiones de 2016. Pero el cambio de tipología constructiva implicó un atraso en el papeleo.
Pese a carecer de información arquitectónica, Israel López, el ingeniero principal, junto con miembros de la comisión de patrimonio, se han encargado de descubrir los objetos de obra y las características constructivas del local para crear nuevos planos, otro proceso que también atrasó el curso de los trabajos.
Según López, el mayor avance lo constituye la voluntad de Reinier Quintana, representante de la EGREM en la provincia, y su equipo de trabajo, quienes encarnan el interés del Partido y el Gobierno en este regalo al pueblo.
La futura Casa de la Música de Artemisa constará de un salón principal con escenario, sala VIP y dos bares. Ya exhibe más del 90 por ciento de la carpintería de cedro en puertas y ventanas, importada desde México para conservar su forma y los auténticos vitrales del diseño original.
Además, tendrá una parrillada independiente en uno de sus patios, otro escenario al aire libre que también incluirá área gastronómica, y un segundo álbum kafé que funcionará las 24 horas del día en el portal del edificio; este último quedará protegido por toldos, un elemento desaparecido en nuestra ciudad.
El 60 por ciento de los materiales proceden del extranjero; el resto, en su mayoría, es elaborado por los artistas del Fondo de Bienes Culturales y del grupo Éxtasis, quienes pudieron confeccionar las lámparas para la iluminación casi exactamente iguales a las originales. A ese equipo pertenece el artista Oslier Pérez, encargado de elaborar toda la yesería del techo de la instalación.
Igualmente, la inversión prevé la impermeabilización de la cubierta, la cual mostró filtraciones después de varios aguaceros.
El suministro de los materiales de construcción proviene de la EPOLA, empresa que a veces no ha tenido a su alcance determinados materiales y, debido a las exigencias, deben salir a encontrarlos.
Mientras, la UEB Mantenimiento Vidrio se encarga de fundir esos materiales sobre la obra primigenia, conservando todos sus aspectos originales, de acuerdo con los requerimientos de la oficina de Patrimonio.
Por otra parte, los pisos serán reparados con resinas especiales, y se les aplicará el pulido capaz de otorgarles el brillo que adquirieron con el uso y desgaste de los zapatos de los bailadores.
Los especialistas irradian optimismo. La obra, que sostiene como objetivo constructivo primordial, la conjugación de los centenarios elementos patrimoniales arquitectónicos con la tecnología de punta de la actualidad, podrá ser entregada para el beneplácito del pueblo artemiseño antes de finalizar el año en curso.
Antes, ya se había visto a ese equipo de trabajo proponiendo sus servicios en las calles de la capital provincial. Más tarde, participaron en el jolgorio para Polo Montañez, siempre alojados en una sencilla carpa roja, que no pasa desapercibida.
La manida frase “llegó para quedarse” es la que de manera más precisa describe el actuar de esa empresa y sus representantes, al menos en la capital artemiseña.
Ahora, fruto del interés del Partido y el Gobierno por mejorar la vida cultural nocturna de nuestra ciudad, han asumido la creación de la Casa de la Música de Artemisa, una institución que aún sin terminar ya se anuncia en las señalizaciones de tránsito.
Lo que fuera el antiguo Casino Español, un edificio inaugurado en 1925 como salón de baile —con la acústica natural y la reverberación del sonido que se necesitaba cuando no existían grandes bafles—, entró en la planificación económica de la Administración como una obra en mantenimiento para el año 2015.
Meses después, se selecciona ese inmueble patrimonial para cumplir con el deseo conjunto de la EGREM y las autoridades provinciales; la reformación del local pasa a ser un proyecto incluido entre las inversiones de 2016. Pero el cambio de tipología constructiva implicó un atraso en el papeleo.
Pese a carecer de información arquitectónica, Israel López, el ingeniero principal, junto con miembros de la comisión de patrimonio, se han encargado de descubrir los objetos de obra y las características constructivas del local para crear nuevos planos, otro proceso que también atrasó el curso de los trabajos.
Según López, el mayor avance lo constituye la voluntad de Reinier Quintana, representante de la EGREM en la provincia, y su equipo de trabajo, quienes encarnan el interés del Partido y el Gobierno en este regalo al pueblo.
La futura Casa de la Música de Artemisa constará de un salón principal con escenario, sala VIP y dos bares. Ya exhibe más del 90 por ciento de la carpintería de cedro en puertas y ventanas, importada desde México para conservar su forma y los auténticos vitrales del diseño original.
Además, tendrá una parrillada independiente en uno de sus patios, otro escenario al aire libre que también incluirá área gastronómica, y un segundo álbum kafé que funcionará las 24 horas del día en el portal del edificio; este último quedará protegido por toldos, un elemento desaparecido en nuestra ciudad.
El 60 por ciento de los materiales proceden del extranjero; el resto, en su mayoría, es elaborado por los artistas del Fondo de Bienes Culturales y del grupo Éxtasis, quienes pudieron confeccionar las lámparas para la iluminación casi exactamente iguales a las originales. A ese equipo pertenece el artista Oslier Pérez, encargado de elaborar toda la yesería del techo de la instalación.
Igualmente, la inversión prevé la impermeabilización de la cubierta, la cual mostró filtraciones después de varios aguaceros.
El suministro de los materiales de construcción proviene de la EPOLA, empresa que a veces no ha tenido a su alcance determinados materiales y, debido a las exigencias, deben salir a encontrarlos.
Mientras, la UEB Mantenimiento Vidrio se encarga de fundir esos materiales sobre la obra primigenia, conservando todos sus aspectos originales, de acuerdo con los requerimientos de la oficina de Patrimonio.
Por otra parte, los pisos serán reparados con resinas especiales, y se les aplicará el pulido capaz de otorgarles el brillo que adquirieron con el uso y desgaste de los zapatos de los bailadores.
Los especialistas irradian optimismo. La obra, que sostiene como objetivo constructivo primordial, la conjugación de los centenarios elementos patrimoniales arquitectónicos con la tecnología de punta de la actualidad, podrá ser entregada para el beneplácito del pueblo artemiseño antes de finalizar el año en curso.
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