La
lucha por lograr una contabilidad eficiente y contra las indisciplinas y la
corrupción no pueden ser tareas exclusivas de la Contraloría General de la
República, es responsabilidad de los
cuadros de dirección, la administración y los trabajadores.
Claro,
es un engranaje fuerte, pero con resultados, si cada uno asume el compromiso de
la manera que debe ser, se eliminarían poco a poco, algunas de las dificultades
que hoy existen en muchos centros laborales; por ejemplo: pago de salarios sin
respaldo productivo, a causa de deficiencias en la contabilidad y de
procedimientos inadecuados, actualización del análisis económico.
La
política: es pagar, pero con mayor producción y productividad.La prevención y el
enfrentamiento de las ilegalidades y la corrupción, para preservar el patrimonio público/control
económico-administrativo, ayudan a la propia Contraloría, dar con las
dificultades de cada entidad que refleje problemas de cualquier índole.
Lograr
una óptima preparación y desarrollo de la reunión de información a los
trabajadores sobre el resultado de las acciones de control, apreciarla como una
oportunidad para contribuir a la educación económica de los trabajadores, el
sistema de control interno, los elementos que resulten decisivos para lograr
mayor participación en la prevención y mejor eficiencia y eficacia en la
gestión económica, es el núcleo esencial de cada centro laboral, de vital importancia también en el desempeño
anual de cada trabajador.
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