Entre otros casos jóvenes y adultos hacen uso indiscriminado de fraseologías que apuntan a lo chabacano; por ejemplo, al piropear a una mujer hermosa, la llaman monstruo, bestia… y a los que se destacan en alguna actividad le dicen bárbaro. Así también ocurre con el significado de muchas palabras que se trastocan: se le dice camello a un ómnibus, araña a un carro tirado por caballos, se confunde el verbo tener por sentir, coger por tomar, etc.
De
modo que de manera resuelta y combativa debemos buscar vías y
soluciones para fomentar el buen hablar, sea en Oriente u Occidente. Se
dice que el Español de Cuba es la variedad del idioma empleado por los
cubanos. Es un subdialecto del español caribeño con pequeñas diferencias
regionales, principalmente en entonación. La historia del español
cubano es muy importante para entender el desarrollo inicial de los
diversos dialectos hispanoamericanos.
En
Cuba existe el cubanismo con palabras típicas: el cubano no corre echa
un patín; el cubano no se sube, se encarama; el cubano no habla mucho,
mete tremenda muela; el cubano no se enamora, coge tremendo metío; el
cubano no dice me la has puesto difícil dice me la pusiste en china; el
cubano no dice que hiciste algo excepcional, dice te la comiste. En fin
son muchos y aunque se establecen en cualquier espacio nuestra expresión
oral no es la mejor pero si buena.
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