Datos tomados del Museo de Historia da San Antonio de los Baños
El
ferrocarril llegó a San Antonio de los Baños el 8 de diciembre de 1844,
aquello fue todo un acontecimiento, era el cuarto tramo que se creaba,
los primeros: Habana-Bejucal, Bejucal –Güines, Güines- Batabanó y
Rincón- San Antonio. Cuando se introduce el tren Habana –Bejucal, dejó
en los ariguanabenses el deseo y la voluntad de tener en la villa “el
camino de hierro”.
Los caminos por aquella época eran bien
difíciles y se necesitaba una vía de acceso rápido y más directo para el
envío de azúcar a la capital y al puerto de Batabanó además del tabaco,
producto muy bien cosechado en San Antonio.
El tren
corría a una velocidad de 32 km por hora y consumía 2 quintales de
carbón por cada legua caminada, se le cobraba 16 y medios reales en
pasaje de primera, 13 y medio en reales en pasaje de segunda y 8 en
clase de tercera. Abierta esta vía de comunicación devino gran
desarrollo en los negocios que compensaba los estragos de una crisis
financiera ocupada desde 1840 caracterizada por los bajos precios del
café y el desastre producido por los ciclones de 1844 y 1846, los cuales
arrasaron los cafetales de tal forma que nuca más se recuperaron, pero
sí se produjo un gran desarrollo en la construcción de buenas casas de
hacendados y de grandes comerciantes, las que cambiaron el panorama del
centro del poblado y el comercio llegó a tener un momento tal, que hizo
decir a un escrito costumbrista que:” la Villa de San Antonio de los Baños es La Habana en miniatura”.
Todas las
ventajas fueron para los hacendados y comerciantes, pues el pueblo,
esclavos y criollos muy poco fue lo que les tocó. Los esclavos criollos
pobres así como los isleños de Canarias fueron los constructores del
ferrocarril.
El
Capitán General de la Isla, Don Leopoldo de O´Donnel y Jórris, Conde de
Lucena y altas figuras del gobierno ariguanabenses inauguraron el tramo
Rincón San Antonio.
En la
estación , no se esperaba la llegada del Capitán General lo cual creó
gran expectativa y Don José Antonio Arrondo, secretario del Ayuntamiento
ariguanabense , se encargó de la velada, mostrando sabiduría en las
palabras iniciales de bienvenida.
El pueblo
recibió con beneplácito tal acontecimiento y todavía muchos
ariguanabenses y personas de otros lugares, nos montamos en el tren que
tan buen servicio proporciona
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