Este
procedimiento produce una inflamación que nada tiene que ver con la
masa muscular, pero aumenta el volumen rápidamente. Los jóvenes,
obsesionados por tener una figura a lo Hércules, son los que con mayor
frecuencia usan estas inyecciones.
Especialistas
de salud, entrenadores y fisiculturistas alertan sobre la necesidad de
erradicar este método ante el incremento de casos que han culminado en
salones de operación con trastornos peligrosos para la salud.
Cito una publicación del sitio digital Cuba sí, basado en entrevistas a los profesionales de la salud:
Consecuencias
futuras? Ese músculo deteriorado por completo por el lugar donde se
inyecten, que generalmente son los bíceps y los tríceps, ese músculo se
va a debilitar completamente, va a perder un gran porciento de la fuerza
muscular, estéticamente todas esas incisiones en la piel le van a
producir deformidades en esa zona. Cuando mejor sales es solamente
operarlos, incisión y drenaje, pero hay casos que han llegado hasta la
amputación del miembro porque ya sí se pueden complicar con algunas
infecciones o pueden hacer una osteomielitis, además llevan altas dosis
de antibióticos, lo cual disminuye las defensas del organismo, te
predispone a otras infecciones en otras partes del organismo y nosotros
hemos tenido caso que han tenido que parar en terapia intensiva.”
Los
problemas asociados al dopaje tienen influencias negativas para la
vida, ya que se alteran las funciones naturales del organismo y puede
derivar en enfermedad y muerte.
La
necesidad de resaltar la imagen con poco esfuerzo en corto tiempo, es
la principal causa que motiva a aquellos que incurren en estos
tratamientos. Con voluntad y un correcto asesoramiento se pueden
conseguir los mismos resultados de forma sana y segura.
Caer
en la trampa de lo ¿bello? al emplear sustancias como éstas muestra un
valor negativo y superficial a corto o largo plazo, y me pregunto:
¿realmente vale la pena arriesgar la vida para lucir un cuerpo
musculoso?
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