El
sistema de salud en Cuba diseña la estrategia de los servicios, sobre
todo en el principio de la prevención, a partir de hábitos saludables de
vida encaminados al mejoramiento de la calidad de vida de la población.
Evitar
gastos irracionales existentes en esta esfera, y alcanzar la
sustentabilidad económica en el ámbito preventivo, curativo y de
rehabilitación son premisas que se mantienen en cada colectivo de
trabajadores en todas las esferas. El control, racionalización,
eficiencia y ahorro en los recursos humanos y materiales forman parte de
esta premisa.
La
potencialización de los exámenes clínicos media en el problema, a
través de ellos los especialistas pueden acceder al diagnóstico, la
racionalización del uso de los servicios asistenciales que se ofrecen de
Ultrasonido, Endoscopía, Laboratorios y otros, el cuidado y nivel de
explotación, forman parte del óptimo empleo de los recursos materiales
disponibles.
Desde
la atención primaria en los consultorios del médico de familia, el
titular evalúa de manera objetiva el área donde radica el consultorio,
así como la prioridad y la necesidad de estos servicios, que en
ocasiones se desencadena para su aplicación en policlínicos, hogares
maternos, bases de ambulancia y hospitales.
La
necesidad de ahorrar al máximo y fomentar la cultura de la racionalidad
en todos los niveles de asistencia, así como también llevar a cabo los
exámenes clínicos y otros estudios complementarios para evitar el uso
indiscriminado de las tecnologías de avanzadas, como ocurre en ocasiones
en ningún modo podrá afectar la calidad.
Asimismo
las consecuencias nefastas de la automedicación debido al uso
inadecuado constituye la cuarta causa de muerte en algunos países
industrializados y también repercute de forma negativa en el desarrollo
económico.
Es
importante que la población conozca con profundidad el tema acerca del
uso eficiente de recursos y el alto costo no solo en la salud humana,
sino en la economía.
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