Cada persona tiene una percepción y vivencia personal sobre la salud y en esto incide el nivel socioeconómico, religión, forma de vida etc, es por ello que existe la disyuntiva para muchos y piensan que si no están enfermos, tienen la salud “al quilo” ,como lo expresan en buen cubano.
Sin embrago, es necesario el ejercicio físico para fortalecer nuestra salud, no obstante es usual que la gente piense que hace suficiente ejercicio en el trabajo, algunos plantean que son demasiado viejos para empezar, otros que su forma física ya es muy mala para intentar recuperarla y un sinfín de justificaciones, pero en la mayoría no es más que pereza, lo que impide el intento.
Son varios los beneficios que trae consigo la práctica de ejercicio físicoÉl nos ayuda a disminuir el riesgo de mortalidad por enfermedades cardiovasculares en general y en especial de mortalidad por cardiopatía isquémica en grado similar al de otros factores de riesgo como el tabaquismo, también previene y retrasa el desarrollo de hipertensión arterial, disminuye los valores de tensión arterial en hipertensos, mejora el perfil de los lípidos en sangre (reduce los triglicéridos y aumenta el colesterol HDL), además de la regulación de la glucemia y disminuye el riesgo de padecer diabetes.
También nos beneficia en el mejoramiento de la digestión y la regularidad del ritmo intestinal. Igualmente se dice que nos permite desde el punto de vista psicológico afrontar la vida con mayor optimismo y mejor disposición, a la vez que socialmente es un medio de integración en distintos grupos humanos.
La actividad física no es solo saludable a nivel físico, sino que a nivel mental es muy favorable porque nos ayuda a liberar endorfinas y a sentirnos mejor con nosotros mismos.
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