Hablemos del SIDA

Desde que apareció el VIH SIDA en Cuba, el estado realiza esfuerzos no sólo en el área de salud, sino también en le prevención y en la educación de las personas, con el objetivo de que la población en general conozca los riesgo de la enfermedad, cómo combatirla, de qué manera se puede ayudar una persona que padece de esta pandemia, incluso la explicación a la familia acerca de los diferentes procesos.

En esta fecha Día Mundial de Respuesta ante el SIDA, todavía refleja un alza de seropositivos en el territorio del Ariguanabo, lo que muestra la poca percepción de riesgo ante esta enfermedad que cobra millones de vidas y dinero.

Priman actitudes como “a mí no me va a tocar”, o “eso no va conmigo”. Tamaña equivocación. Muchos son los esfuerzos que hace el país,  de manera que hay conductas de riesgo en adolescentes y jóvenes que pueden contraer la enfermedad o una infección de transmisión sexual que es “caldo de cultivo” para llegar a tener el SIDA.

Instituciones culturales y sectores como educación, salud y deporte además de las organizaciones de masas, no cejan su empeño en la prevención como arma contra el SIDA, pero la familia juega un papel preponderante, en la preocupación y ocupación.

Las actividades que desarrollan los promotores de salud, como  las charlas educativas y cine- debate, son algunos de los procedimientos que se aplican pero… no es suficiente, pues la cifra se eleva cada año.

El país en sus actuar trabaja con diferentes líneas como: la relación HSH, Sida en el Adulto Mayor y Mujer y Sida, ésta última con una referencia en la que muestra un gran impacto, conocer que en Cuba se logra al parto de una madre enferma y da luz un bebé sano.

Pienso que la responsabilidad ante la protección son aliados en temas de la relación sexual, pero hay quienes consideran que con la información y procurando conocimientos se resuelve el problema. Se olvidan que si bien ello es significativo, no es determinante, pues en la vida, lo más importante para el ser humano es su actitud ante ella.